jueves, enero 18, 2007

Me siento rara, me cuestiono.

Me pregunto si estoy bien. Dicen que no se puede vivir sin amor. Pero también están los que dicen que no se puede vivir del amor.
Siempre dije que todo es relativo y depende que cómo lo mires.
Pasaron 6 meses pero para mi fue como vivir 1000 años.
Cuando corté con éste flaco (no, ya ni nombre te merecés) sentí que mundo se acababa, que todos mis sueños se iban con él, con mi amor.
En una segunda instancia me pregunté si él me hacía feliz. Si su amor me alcanzaba para ser feliz, y concluí en que no importaba, que e cualquier manera a él no le había alcanzado.
En el tercer tiempo pensé que que me dejara era lo mejor que me podía pasar en la vida.
Ahora por fin era libre para obtener todo lo que quisiera.
Así fue cómo me di cuenta de que perder a Lucía no era lo peor que me podía pasar en la vida, de que tenía que recuperar las amistades que había dejado por sus celos, que tenía que reafirmar las amistades ganadas en el último tramo: mis chicas.
En éste momento no estoy muy segura de si lamento o no haberlo perdido. Sé que lamento no haber sido suficiente para él y no haberme dado cuenta antes de que hacía mucho tiempo ya que no era el loco del que me había enamorado. Y le agradezco, en realidad le agradezco por haberme ayudado a darme cuenta de que la vida es como el mar, cada una de las olas trae y se lleva miles de cosas a su paso, y uno lo único que puede hacer es enfrentarlas o esquivarlas, detenerlas jamás.

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