viernes, abril 13, 2007

Cuentos de amor

Quiero escribir una historia de amor, de amor de esos de película o de cuento.
Podría empezar diciendo:
“Hubo una vez una joven, de figura esbelta, de ojos claros y tristes. Una joven sola con una historia compleja.
Viviendo con sus padres y sus hermanos lo único que quería era escapar a otra realidad… vivir en otra casa, en otra vida.
Llegó a la edad de irse de casa, cumplió por fin la mayoría de edad y decidió escapar. Armó un bolso, puso ahí algo de ropa, un cuaderno que le serviría de diario y de amigo, un cepillo de dientes y toda la plata que pudo juntar.
Viajó a la gran urbe en tren a la madrugada. Perdida en la inmensidad preguntó en un bar por alguna pensión accesible.
Buscó hospedaje en un conventillo e intentando acomodarse en la pequeña habitación buscó en el diario su primer trabajo. De pronto empezó a escuchar ruidos que llegaban desde abajo. Asomó la cabeza por la puerta de su cuarto y lo vio. Era hermoso, alto fornido, morocho y tenía los ojos negros más profundos que hubiera visto en su vida.
En su actitud de nena que siempre tuvo todo lo que quiso pero nunca lo supo aprovechar, se encaprichó. Pensó que era el amor de su vida, que si lo tenía se iba a morir de amor, pero que nunca se atrevería a hacer nada, que nunca podría hablarle, que antes se moriría de vergüenza.
Al día siguiente se presentó la primera oportunidad.
Ella salía decidida a conseguir un trabajo en cualquier lado, vendedora, canillita, barrendera, lo que sea, cuando se lo cruzó a él en la puerta.
- Me contó la vieja que estas buscando laburo. Si te interesa tengo algo que ofrecerte-
Atónita asintió con la cabeza.
- Un primo mío con el que laburo yo tiene un negocio de ropa y está buscando una vendedora…”
Pero no me gusta…
A ver así:
“Me llamo María Soledad y mi nombre marca mi historia.
Nací el 12 de febrero de 1988, es decir que tengo hoy 19 años.
Hace 5 años conocí al amor de mi vida, pero, como ya dije, mi nombre marca mi historia (vale aclarar que es mi historia).
Él iba a la misma escuela que yo pero era un año más grande. Debo decir que yo en esa época era una típica traga, denominada así por mis queridos compañeros de curso. En esa época no me hubiera animado a hablarle ni loca que estuviera. Escribía en mis cuadernos miles de cartas de amor que nunca serían enviadas. En todos mis márgenes estaba su nombre junto al mío.
Al año siguiente de conocerlo murió mi mamá de cancer. Me enojé con el mundo, dejó de importarme vivir. Mi cumpleaños de 15 fue un descontrol, mi viejo que no sabía qué hacer conmigo, ni con si mismo, me daba todos los gustos. Me descontrolé totalmente y empecé a salir, todos los días dejaba a un chico nuevo todo roto en alguna esquina, salía de la escuela y no volvía a mi casa hasta las 10 u 11 de la noche, para tirarme un rato a dormir y salir de nuevo. Pateaba las calles sola y lloraba en todas las esquinas. En una de esas esquinas me encontró él.
- Qué te pasa? - Me preguntó, yo no podía articular palabra.
- Nada… vos no entendés… no me conocés…
- Es cierto- dijo- pero te he visto en la escuela, puede ser? Vas a un año menos que yo
Estaba desconsolada y enamorada, perdida y encontrada, tenía mil sentimientos contradictorios.”
Así me gusta un poco más, pero…
“Su vida era poco interesante, nada digno de cuento ni de novela. Su nombre, un nombre normal, era Andrea. Sus padres, felizmente casados habían tenido 3 hijos, ella era la del medio, con todos los traumas que eso implica, pero nada fuera de lo común.
Un día, tratando de hacer su vida un poco más interesante, retó a una de sus amigas a encarar a un chico. Buscaron sus blancos. Encontraron a dos chicos solos y decidieron atacar.
Se acercaron a ellos cargadas hasta las uñas de adrenalina y les dijeron:
- Hola, yo soy Andrea
- Y yo soy Claudia
- Les gustaría tomar algo con nosotras?
- Nosotras invitamos…
Cómo podrían negarse?”
Tengo un trauma con contar desde el lado femenino.
A ver cómo sería el otro lado:
“Él era un adolescente normal, jugaba al football, disfrutaba una buena dosis de rock a la tarde y una gran dosis de cumbia en la noche. Le gustaba reunirse con sus amigos a tomar mates o cervezas, con moderación, y buscar chicas que supieran bailar.
Una noche, en el boliche de turno, sacó a bailar a una morocha.
Se llamaba Eve.
Eve era divertida, bailaba bien, lo hechizó. Cuando la mañana cayó y el boliche se vació, la invitó a tomar café para desayunar y charlar un poco.
Lo único que encontraron abierto fue la Terminal de ómnibus, no les importó demasiado y entraron.
Descubrió esa mañana que Eve, además de ser bonita, bailar bien y ser divertida, era interesante y muy inteligente. Pensó que chicas así no se encuentran todos los días.
Hablaron hasta que se cansaron de estar sentados y salieron a caminar.
Hablaron de todo, música, familia, política y hasta football (hasta de eso sabía!)
Se enamoró perdidamente, de pronto tuvo necesidad de algo más que amigos, quería estar con ella el resto de su vida…”
Mmm… no, muy machista, me falta decir que pensó que seguro no sabía manejar pero que lo sorprendió a 200 km/h en su XR.
Se ve que antes de escribirlas tengo que vivirlas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

uhh fatal la 1ra de todas sos vos? bueno segui asi como en este ya sos la hija de kerouack y bukowsky
nos vemos algun domingo de bar en la capi
maga:(jabón esta borracho en mi ksa y me dijo q ponga eso despues de ver lo q escribis )

ionito dijo...

ahhh, pero que sorpersa, no sabia que estuve hablando con la hija de kerouack. Habermelo dicho, niña, yo soy admirador de su padre... Me podria conseguir un autografo? qu eme firme la botella de alcohol etilico? jaja

leei su post, es interesante. Luche hasta encontrar el estilo.

La mia:
El chico conoce a la chica (no es el amor de su vida, esas son cosas que nuca se saben, ni a primera vista ni despues de 50 años de dormir en una misma cama), hablan un par de cositas, se pasan secretos para arreglar un calefon. Siguen hablando, mientras la música de fondo, hace d einterprete, por lo que las dos partes sacan del dialogo la parte que mas le conviene o le gusta. El dialogo, un poco como el motivo para acercar las bocas. Pero no se besan. Y ahi parece que la pelicula termina.
Hasta que...

Anónimo dijo...

mira vos...
sos grosa (parece)

jajaj
salu2

Anónimo dijo...

TErmine de leer las historias =D, desde un punto de vista imparcial....
Me gusto mas la 2, pero no pintaba que iva a terminar bien.
Con respecto a eso de vivirlas para escribirlas, no creo que tenga mucho que ver.
Para concluir el comentario te tiro una frase re empalagosa
"Las verdaderas historias de amor no tienen final feliz; Las verdaderas historias de amor no tienen final"

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