viernes, octubre 23, 2009

De vez en cuando

me pega el calor. Entonces me quemo, y cada vez se muere alguna neurona.
Pero el efecto es bastante bueno.
Durante esos de vez en cuando me siento bien. Me caigo bien.
De vez en cuando disfruto de mi compañía y de mi soledad. De mi soltería.
Me siento linda, hasta sexi, que es lo contrario del pingüino que soy en el frío.
Pero cuando pega el calor y esa neurona muere (tal vez para revivir en el futuro, que sería más como ivernar en verano) me cuesta un poquito más concentrarme, enfocar la vista en la penumbra, tomar mates en cualquier lado que no sea la vereda y llega esa etapa del año en la que hay que definir todo un año de estudios.

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