viernes, junio 12, 2015

Reflexiones sobre las TIC en mi experiencia escolar

Mi vieja dice siempre irónicamente que yo soy una afortunada de la vida, pero yo creo que solamente tengo una suerte rara, extrema. En mi recorrido escolar en relación a las TIC tuve mucha suerte en la secundaria.
Nací en 1989 y ese mismo año mis viejos compraron una computadora. MS-DOS, obvio. Ahora que lo pienso es un poco raro decir mis viejos, los 2 eran más chicos de lo que yo soy ahora.
En el jardín de infantes tuve la experiencia de la tortuguita y no mucho más.
En la primaria había un gabinete de computación, como corresponde en los 90´ pero nunca lo vi abierto. De hecho me enteré de que existía un aula con computadoras cerca del año 2000 y porque se corría el rumor de que los gabinetes estaban vacíos. Nunca lo pude corroborar ni refutar. Estaban bajo llave y era todo lo que necesitábamos saber. Uno de los casos típicos que define Moreira en la década del 90´con el estancamiento de las políticas y programas.
Soy de la generación de provincia que vivió el polimodal, así que esa situación anti-tecnológica se prolongó hasta el 2003 en que terminé 9° y empecé el polimodal.  Vale aclarar que en mi casa había Internet desde el 95´ y para los 16 me compré un celular porque mis amigas me reprochaban que nunca me encontraban. Por lo tanto para cuando me quisieron enseñar algo en la escuela ya estaba bastante avanzada en uso de la PC, pero se vivía en mi aula una brecha muy grande entre los que teníamos acceso a una PC, internet/encarta y los que no. Tuve compañeros que casi terminando la secundaria todavía les costaba ir al ciber.
Hice un polimodal con orientación en Arte, Diseño y Comunicación. Teníamos una radio Educativa. Podíamos acceder desde 2° pero a mi me convocaron para hacer una experiencia desde 1°. En la radio había 2 Pc a disposición de cualquier alumno de la orientación bajo supervisión de uno de los docentes de la radio o de los alumnos de 3ª y uno de los profesores de la radio era además diseñador gráfico. Algunas veces lo ayudé a hacer las campañas para los eventos que hacíamos desde la radio. Con él aprendí mucho más o cosas más útiles que lo que pasó en las clases.
El docente de TIC era ingeniero en informática. Un tipo super piola y con mucha garra que hoy lleva adelante en la Ciudad de Junín todo el programa de conectar igualdad, casi solo. Pero lo que él nos tenía que enseñar estaba muy atrasado en relación al nivel general de la clase y muy avanzado para los que no tenía acceso a una computadora. No sé si el problema fueron los programas o su propia falta de inventiva pero las clases eran un garrón. Lo quisimos mucho más en el espacio de la radio que nos enseñó a usar programas de edición de sonido, producción y de edición de imagen.
Una vez, estaba yo en la sala de profesores, y la profesora de matemática, que nunca fue mi profesora pero era mi vecina, me dice: “A ver, clarita, vos que sabés más, el otro día llega un profesor a otra sala de profesores y empieza a sacar unos cositos así, como encendedores, diciendo que ahí tenía guardados todos los parciales… “ Creo que esa anécdota sintetiza la posición de los profesores, al menos en mi experiencia. Excepto por algún profesor, un poco caído de la palmera, no hubo ninguna experiencia potable con las TIC. La suerte que tuve fue encontrarme con esos pocos que me pudieron aportar cosas más interesantes.


En primer año, el profesor de Lenguaje Visual, pensó que sería interesante que en lugar de darnos para hacer un cuestionario, articularlo con el profesor de TIC y que él nos lo mandara por mail y nos ayudara a contestarlo en word. La dificultad del cuestionario radicaba en que había que incorporar imágenes y gráficos que el profesor de lenguaje visual no nos hubiera sabido explicar y fue el único trabajo en el que el profesor de TIC nos tuvo más o menos conectados con los contenidos. Creo que eso es lo más importante a tener en cuenta en relación al uso de las nuevas tecnologías en el aula, no se trata de un contenido en sí mismo sino de una herramienta que tiene que servir en el aula. No estoy segura de que las experiencias en las que TIC se trata como una materia aislada de otros contenidos sirvan tanto como cuando se enseñan a usar con un contenido como excusa. Por más que veas cómo se hace un gráfico en Excel es un contenido vacío mientras no le encuentres la utilidad. Lo mismo aplica en relación a las tablas en las matemáticas, por ejemplo. Creo que un enfoque más apropiado es el que plantea Levy de considerar a las nuevas tecnologías como máquinas para enseñar sino como elementos de comunicación y de búsqueda de información considerando a las escuelas, como dice Burbules, como centro de distribución de los conocimientos y no como altares del saber.

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