martes, septiembre 11, 2007

Chan!

Ya basta, vino y me bardeó.
Me trató mal, me acusó de romperle la computadora mientras que la única que la usa mal es ella, me desinstaló el parche del msn, yo esa compu no la uso más, así que acá estoy, en la compu de Pau, cuando pueda voy a un ciber y subo.
Lo que pasa es que ella ahora se va a tener que ir y nosotras vamos a estar un poco ajustadas un tiempo y congregar gente para dividir gastos, pero por suerte eso nos sale bien. Lo de congregar gente. Aguante el amigo del amigo del amigo para dividir gastos.
Sólo espero que la próxima que nos toque no sea como ella.
Bueno, ahora nos tenemos que decidir a decirle todo.
“Mirá Noly, teniendo en cuenta que vivís mal, y que nosotras también, me parece que la mejor solución es que te vayas...”
No.
“Mirá. Vivís mal, yo vivo mal, Pau vive mal, no podemos seguir viviendo así, así que te vas a tener que ir”
No.
“Escuchame una cosa, yo no soy responsable de que vos vivas deprimida, de pedo, y con suerte, me hago cargo de mi propia depresión, no voy a ser responsable de la tuya así que me parece que mejor te vas.”
No.
“Tenés hasta fin de mes para conseguir dónde quedarte.”
Capaz.
Me parece lo más lógico.
A veces soy mala.
Lo que importa no es el fin, lo que importa son los medios, dice Las Pastillas.
Yo creo que soy racional positivista, y que fui tolerante todo lo que pude, pero ella no puso nada de voluntad.
No está pensando con claridad y nunca se dio cuenta de que el departamento no era sólo suyo, siempre sentí que estaba viviendo de prestado en su casa, no es así.
Acá nadie está de prestado y nadie tiene más derecho que nadie, pero la convivencia no funciona y ni Pau ni yo somos locas que no nos bancamos nada. Al contrario, cuando rebentamos fue porque ya no pudimos soportar más el estrés que sufrimos acá adentro.
Esto no da más, no puede ser que tenga que salir de mi casa para poder rejarme, para poder comer tranquila sin que pase ella y me arruine la digestión.
Esto no es normal.
Mañana vamos a tener que decirle, porque sino un día cualquiera voy a rebentar y le voy a decir de todo, y no me jode herir sus sentimientos, no me preocupa la culpa, me da miedo de que me cague a trompadas.
Le dijimos que si borraba los programas o los archivos sin desinstalarlos se le iba a cagar el disco, no le importó, le entró por un oído le salió por el otro, y lo siguió haciendo, con lo único que se quedó fue con que “estas pendejas altaneras se creén que saben menos que yo”, por lo tanto de acá al resto de la eternidad nos va a culpar de que le rompimos la máquina sin darse cuenta nunca de que las únicas que evitamos que la máquina colapse totalmente fuimos nosotras.
La verdad es que ya me importa poco. Que se joda, yo sigo teniendo dónde vivir.
Me queda usarla una última vez para borrar todo los rastros de mi presencia.
Allá voy.

(Vale aclarar que esto lo escribí hace una semana, no tengo mucha cultura de ciber. Sea cómo sea, no la volví a usar, ahora conectamos la de Pauli a internet)

1 comentario:

Anónimo dijo...

quede mareada,,,




jorrrrrr
.