Conformémonos

¿En qué clase de mundo vivimos si todas las conversaciones son una competencia a ver cuál de los hablantes es más infeliz?
Imaginémos un diálogo típico:
- No sabés lo que me pasó! Iba caminando y me paré a ver un vidriera, en eso se me acerca un perro y me confunde con un árbol, marca territorio y mientras le grito para alejar pasa un bondi y se lo lleva puesto. Mientras miraba atónita al perro destrozado cae al lado mío un balcón y casi me mata...
- Callate, y yo... estaba cruzando la 9 de Julio corriendo, para ver si llegaba en un solo semáforo y me choco a un flaco, mal, caí desparramada en la mitad de la calle. El flaco me levantó y me corrió, con tanta mala suerte que era mi ex que, de paso y ya que estaba, me dio un sermón de que estoy en cualquiera y todo eso...

Sea como sea al mal tiempo buena cara y me rio por no llorar.
Disculpen si a veces me gusta ganar las conversaciones.
Seamos felices y comamos perdices si no hay nada mejor.